¿Alguna vez te has preguntado por qué te sientes muy cansado/a luego de finalizar tu trabajo? Existen varios factores que pueden incidir, y entre ellos se encuentra la fatiga laboral. A continuación, te explicamos en qué consiste esta condición y qué acciones puedes hacer para evitarla o disminuirla.
¿Qué es la fatiga laboral?
La fatiga laboral se define como el agotamiento extremo que puede sentir una persona durante o al finalizar una jornada de trabajo. Dicho agotamiento puede ser físico, mental, sensorial y/o crónico.
Es una consecuencia de la realización de una actividad por mucho tiempo, por lo que sientes que tu cuerpo necesita un descanso debido a una fuerte carga laboral. Cuando se vuelve crónica, afecta progresiva y significativamente tu salud.
Al ser una condición de agotamiento, la fatiga laboral disminuye tu capacidad de respuesta y productividad. También, entorpece tus labores diarias, como la realización de tareas simples, aumenta los riesgos de cometer errores y sufrir accidentes en el trabajo.
¿Cuáles son los síntomas de la fatiga laboral?
La fatiga laboral afecta al sistema circulatorio, el aparato digestivo y respiratorio, el sistema nervioso y muscular. Por eso, sus síntomas de fatiga laboral más comunes son:
- Síntomas físicos: son todos aquellos que ocasionan dolores o molestias localizados en músculos o zonas determinadas como tortícolis, lumbalgias y dorsalgias. Los padecen principalmente los que desempeñan trabajos físicos.
- Síntomas conductuales: pueden ser percibidos fácilmente a través de bostezos continuos, pasividad, indiferencia, entorpecimiento, falta de concentración, desinterés, entre otras.
- Síntomas psicofísicos: son perceptibles mayormente por quien padece la fatiga. Surge cuando la fatiga es física y mental y por lo común afecta a todo el organismo, incluyendo el sistema nervioso. Estos síntomas se traducen en: estrés, somnolencia, ansiedad, extenuación, decaimiento y frustración.
Causas de la fatiga laboral
Múltiples factores pueden producir fatiga laboral. Entre las causas más comunes se encuentra:
- Largas e intensas jornadas laborales: tener largas e intensas jornadas de trabajo, en las que se emplean niveles altos de fuerza física y concentración, puede generar agotamiento físico y mental. Lo correcto es tener horarios de trabajo que no excedan las 8 horas diarias, y tener, al menos, dos períodos de descanso al día de 15 minutos.
- Mala nutrición: consumir una carga calórica menor o muy superior a la que tu cuerpo necesita puede causar desequilibrios en tu metabolismo y una carencia diaria importante de nutrientes que son necesarios para mantener tu cuerpo saludable y óptimo para realizar actividades.
- Enfermedades y dolores crónicos: si padeces alguna enfermedad que ya de por sí te causa dolores musculares crónicos, esta puede ser una causa directa a una fatiga laboral.
- Espacios de trabajo incómodos: el uso de sillas y escritorios que no sean ergonómicos, es decir, que no cuenten con las características óptimas para adaptarse correctamente al cuerpo, pueden generarte también fatiga laboral y padecer, específicamente, síntomas físicos. Así como un espacio de trabajo con mucho ruido y poca luminosidad.
Consejos para prevenir la fatiga laboral
La prevención de la fatiga laboral debe abordarse por dos vías. La primera, se relaciona con las medidas y planes de prevención de salud laboral que emplea una empresa para evitar el aumento de los riesgos laborales.
La segunda tiene que ver con las medidas y acciones que una persona toma en cuenta para solucionar el problema.
Por eso, si en algún momento consideras que has tenido fatiga laboral, empieza por detectar la causa que lo genera, busca encontrar una solución rápida y eficaz, y seguir estos consejos para minimizar sus síntomas:
1. Come saludable y haz ejercicio
Esto implica una alimentación balanceada y rica en nutrientes que te brinden toda la energía que necesitas para cumplir con tus tareas diarias, así como también, hacer ejercicio al menos 30 minutos al día; y tomar al menos 6 vasos de agua al día. Procura no saltarte ninguna comida, y preparar almuerzos y meriendas saludables.
2. Planifica periodos de descanso
Es importante que duermas al menos 7 horas al día para tener un buen rendimiento y planificar 10 o 15 minutos de descanso entre periodos de alta concentración para estirar, caminar y despejarte dentro de la jornada laboral. Esto te ayudará a prevenir la fatiga mental y a padecer de dolores musculares.
3. Mantén una buena postura al trabajar
Al iniciar tus labores del trabajo, bien sea en tu oficina u hogar, procura sentarte derecho/a con tu dorso pegado al espaldar. La computadora debe estar a la altura de tus ojos para que que no tengas que forzar la vista, ni doblar el cuello. Procure tener las piernas flexionadas correctamente y los pies pegados al suelo.
4. Construye un ambiente de trabajo amigable
Para prevenir la fatiga laboral en tu oficina, comienza a relacionarte más con tu equipo de trabajo. Establece temas de conversación interesantes que te permitan relajarte y despejar un poco tu mente.
5. Define metas y objetivos
Con jornadas laborales sin metas, objetivos e incentivos, es más probable que pierdas la motivación. Para ello, te recomendamos crear metas semanales, quincenales o mensuales que te mantengan enfocado en el trabajo y te brinden satisfacción personal cuando las cumplas.
También, te recomendamos usar herramientas que te permitan organizar tus labores como listas de tareas, agendas y calendarios. De este modo, evitas esfuerzos innecesarios por recordar asignaciones y el estrés que te genera haberlas olvidado. .
En definitiva, la fatiga laboral, al ser una mezcla entre agotamiento físico y mental, supone un grave problema de salud en el que se ve afectado tu rendimiento laboral. Por lo tanto, es importante que conozcas cómo prevenir o minimizar su impacto a tiempo.