Una experiencia personalizada es aquella donde un usuario o comprador siente que sus intereses, preferencias y gustos fueron tomados en cuenta en la atención al cliente y en la elaboración de un contenido, producto o servicio.
En el marketing, un ejemplo de recibir una experiencia personalizada es cuando te llega un correo electrónico de una empresa felicitándote por tu cumpleaños o te aparece en tu navegador un anuncio publicitario de un producto o servicio que acabas de buscar en Google.